⏱ Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
Datos personales bajo fuego cruzado
En 2025, la privacidad digital dejó de ser un problema técnico para convertirse en un conflicto geopolítico. Hoy, es uno de los terrenos más disputados entre usuarios, empresas tecnológicas y gobiernos. La reciente multa de 530 millones de euros a TikTok por transferencias irregulares de datos a servidores en China reavivó el debate global. Paralelamente, Microsoft enfrenta demandas en Irlanda por el uso de sistemas de vigilancia en plataformas educativas. La privacidad ya no se limita a una configuración: se volvió una cuestión de soberanía.
Según la consultora Statista, el volumen de datos generados a nivel mundial en 2024 alcanzó los 147 zettabytes, y se espera que llegue a 181 zettabytes en 2025. Lo más preocupante: más del 80% de esos datos está en manos de menos de 10 grandes corporaciones tecnológicas, de acuerdo con el Global Data Market Report 2024.
Plataformas que cambian (¿o simulan cambiar?)
WhatsApp incorporó su función de “Privacidad avanzada del chat”, que permite ocultar conversaciones y evita la descarga automática de archivos. Sin embargo, expertos en ciberseguridad advierten que estas funciones no suponen una transformación estructural en el uso comercial de los datos personales.
En paralelo, la regulación internacional se endurece: la Unión Europea aplicó sanciones por más de 2.400 millones de euros a empresas tecnológicas durante los últimos doce meses por violaciones al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). No obstante, el mercado de datos sigue en expansión y aún carece de control efectivo en gran parte del mundo.
Inteligencia artificial, privacidad y vulnerabilidad
Una tendencia emergente y preocupante es la fusión entre inteligencia artificial y servicios destinados a personas emocionalmente vulnerables. Las aplicaciones de acompañamiento virtual —como asistentes afectivos o plataformas de escucha empática— ya movilizan más de 200.000 millones de dólares anuales.
La pregunta clave es: ¿qué sucede con los datos sensibles que comparten los usuarios?
Un estudio del MIT reveló que el 68% de estas apps utiliza los datos del usuario para entrenar modelos de IA sin consentimiento explícito, lo que plantea dilemas éticos y legales de gran envergadura.
Hacia una soberanía digital real
Frente a este escenario, el Estado cumple un rol central. Garantizar la protección de la información personal, la transparencia en el uso de algoritmos y la participación ciudadana informada es una tarea indelegable.

Modelos como X-Road, la plataforma de interoperabilidad digital de Estonia, muestran un camino viable: su arquitectura permite el intercambio seguro y auditable de datos entre organismos públicos, respetando el control ciudadano. Este sistema ya fue adoptado por países como Finlandia, Islandia y Japón.
En América Latina, algunos Estados comienzan a adaptar modelos similares, priorizando gobernanza pública, estándares abiertos y adecuación jurídica local. En Argentina, por ejemplo, la Ley de Protección de Datos Personales está en proceso de revisión para actualizarse frente al nuevo contexto digital.
“Sin regulación pública efectiva, los derechos digitales pueden quedar completamente subordinados a los modelos de negocio de grandes plataformas”, señala Carolina Aguerre, especialista en gobernanza de Internet y profesora en la Universidad de San Andrés.
El dato ya no es nuevo petróleo: es nueva geopolítica
La privacidad digital dejó de ser una cuestión técnica y se transformó en un eje estratégico donde confluyen derechos humanos, modelos económicos y disputas internacionales. Las decisiones que tomemos hoy —tanto desde la ciudadanía como desde el Estado— definirán la arquitectura ética, jurídica y tecnológica de las próximas décadas.
Desde el CIID, impulsamos tecnologías centradas en el interés público, con foco en la transparencia, la soberanía y la innovación responsable. Porque los datos no deben ser propiedad de unos pocos: deben ser derechos de todos.
#PrivacidadDigital #SoberaníaTecnológica #XRoad #DatosPersonales #InteligenciaArtificial #GobiernoDigital #RegulaciónTech #DerechosDigitales #TransformaciónDigital